sábado, 30 de julio de 2016

Biografía Mata Hari

GRANDES AMANTES DE LA HISTORIA: VIDA DE MATAHARI


GRANDES AMANTES DE LA HISTORIA: VIDA DE MATAHARI http://historiaybiografias.com/matahari/ grandes amantes Lista de los Famosos Amantes de la HistoriaAmante 1:El Primer MasoquistaAmante 2:Casanova de SeingaltAmante 3:Anne de LenclosAmante 4:Frida KahloAmante 5:Marqués de SadeAmante 6:Rasputín: El Monje LocoAmante 7:MatahariAmante 8:CleopatraAmante 9:Vida de ReinasAmante 10:John RuskinAmante 11:Edit PiafAmante 12:Condesa Castiglione Margaretha Geertruida Zelle (Leeuwarden, Países Bajos, 7 de agosto de 1876 – 15 de octubre de 1917), fue una famosa bailarina destriptease, condenada a muerte por espionaje y ejecutada durante la I Guerra Mundial (1914-1918). En Julio de 1917, casi al final de la Primera Guerra Mundial,Margaretha Geertruida Zelle, alias “Mata-Hari”, fue procesada ante un tribunal militar en París, La acusaban de haber entregado secretos militares franceses a Alemania, tan vitales que habían costado la vida de no menos de 50000 franceses.VIDA DE MATAHARI En las audiencias se reveló una historia sensacional de sexo y espionaje, de modo que las angustiadas declaraciones de inocencia de Margaretha cayeron en oídos sordos. El tribunal no vaciló en declararla culpable y sentenciarla a muerte ante un pelotón de fusilamiento. Bailar en el peligro Sin embargo, la vida real de Margaretha hace pensar que fue una inofensiva y desconcertada victima de las circunstancias más que una peligrosa espía. Nacida en Holanda en 1876, se casó a los 19 años con un oficial del ejército holandés y vivió algún tiempo en Java y Sumatra. En 1905, de nuevo en Europa y ya divorciada, emprendió la carrera de bailarina oriental, primero bajo el nombre de Lady MacLeod y después como Mata-Hari, expresión malaya que significa “el ojo del día”. Pronto se hizo famosa en todo el continente, no tanto por la calidad de su danza como por su disposición a presentarse semidesnuda en el escenario. Tuvo una serie de amantes de varias nacionalidades en los más altos círculos políticos y militares, incluido el príncipe Guillermo, heredero al trono alemán. Después de que estalló la guerra en 1914, sus contactos internacionales la hacían un blanco tentador para los jefes del alto espionaje en busca de agentes. En aquel entonces pasaba apuros, de modo que aceptó dinero de los servicios de inteligencia alemán y francés. Empero, resultó inútil como agente secreto. No hay pruebas de que uno u otro bandos hayan obtenido de ella información provechosa. Finalmente, cansados de pagar por nada, los alemanes permitieron deliberadamente que los franceses descubrieran su duplicidad. Pese a que apelaron en su favor algunos de los franceses más influyentes, muchos de ellos ex amantes suyos, Mata-Hari fue ejecutada en Vincennes el 15 de octubre de 1917. Su comportamiento indiferente ante la muerte acrecentó la leyenda de Mata-Hari. Lascivos periodistas resaltaron las medias de seda negras y la capa de piel en cuyo uso insistió para la ejecución. Se rehusó a que le vendaran los ojos, por lo que se difundió el rumor de que creía que uno de sus amantes acaudalados había ordenado que se cargaran los rifles con cartuchos de salva. Las Ultimas Horas de Mata-Hari El 15 de octubre de 1917, Mata Han apareció vestida con primor y se negó a que le vendaran los ojos. Antes de que el pelotón disparara, la «princesa javanesa» agitó la mano para despedirse de los soldados. Otra versión asegura que sólo iba cubierta con un abrigo, del que se despojó en el último momento. Lo cierto es que del pelotón 1c doce soldados, sólo cuatro alcanzaron su bonito cuerpo. Hasta pon antes del fusilamiento, Mata Hari creyó que el presidente de la República le concederla el indulto. Siempre optó por la huida hacia adelante; incluso en esa situación desesperada no perdió la compostura. Fue amada por muchos y repudiada en los momentos difíciles por aquellos que besaban el suelo que pisaba. Ella, por su parte, es muy posible que odiara a todos los hombres, a pesar de haber obtenido de elle cuanto quería en beneficio propio. Es difícil dilucidar hasta qué punto esta princesa javanesa llegó a disfrutar en sus relaciones sexual, ya que, como dice Irving Wallace, su vida amorosa siempre estuvo imbricada en su trabajo. Ella misma decía de sus dotes de bailarines «Nunca supe bailar bien. La gente acudía a verme porque fui la primera que se atrevió a exhibirse desnuda en público». Murió con cuarenta y un años. El cadáver, ya que nadie lo reclamó, fue entregado a los estudiantes de medicina para que fuera objeto de aprendizaje en la facultad.. En aquella época, los criminales y delincuentes ajusticiados eran utilizados en las clases de anatomía. Su cabeza, embalsamada, permaneció hasta 1958 en el Museo de Criminales de Francia hasta que desapareció, seguramente hurtada por algún admirador con gustos necrófilos. Es evidente que pocas mujeres han despertado tantas y tan desgarradoras pasiones, así como sembrado tantos y tan contradictorios misterios. Bailarina exótica, no especialmente dotada para la armonía y el movimiento, mentirosa compulsiva, seductora de todo un batallón de hombres, espía (si lo fue) no muy ortodoxa y capaz de venderse al mejor postor. Todo esto es cierto, pero también que sus dotes de seducción, su cuerpo desnudo, contorsionándose con mayor o menor gracejo, atrajo a multitud de hombres que ella, con su magnetismo innato, supo convertir en unos tontos. Hoy en día, la tesis más aceptada es que, aunque Mata Han pudo informar sobre ciertos movimientos alemanes y/o franceses, éstos fueron siempre datos irrelevantes, debido a la nula preparación de la «musa» como espía. Lo curioso es que en la actualidad sigue representando la imagen del espionaje, cuando en realidad fue la antítesis de esta profesión, ya que, para un espía, la primera regla es la discreción; característica que esta mujer jamás contempló como posible, ya que ella fue hacia donde todas las miradas se dirigían.

Bartolomé Mitre y Delfina Vedia - HISTORIA DE LOS ROMANCES ARGENTINOS


HISTORIA DE LOS ROMANCES ARGENTINOS Bartolomé Mitre y Delfina Vedia Si debiéramos crear un ranking que listara a las mujeres de nuestros próceres argentinos en base a lo que han sufrido en su vida, seguramente Delfina Vedia, la esposa de Bartolomé Mitre, sería quien poseería todos los méritos para quedarse con el primer lugar. Y no es precisamente que no haya conocido la felicidad en su vida, ya que en realidad ella misma confesó estar muy cerca de dicho sentimiento durante el nacimiento de cada uno de sus hijos. Pero lo cierto es que la sombra de la desdicha siempre opacó los pocos momentos de alegría que tuvo su existencia. Delfina conocía las tretas de la muerte muy de cerca, sobre todo en épocas de guerra, ya que esto había sido el causante de haber perdido para siempre a su madre y a cinco de sus seis hermanos. Pero la desgracia no acobardó su espíritu, y pensó que en el matrimonio, junto al hombre que amaba profundamente, encontraría la ansiada paz y felicidad. Así fue que el 28 de noviembre de 1840, se casó con su amado Bartolomé Mitre. Poco después debía enfrentarse a una penosa realidad, ya que su marido priorizaba su misión política a su vida en pareja. Es por ello que se cuenta que en los primeros tiempos el matrimonio tenía una extraña relación a distancia, debido a que Delfina vivía aún en Montevideo y Mitre debía viajar frecuentemente a Buenos Aires. Incluso, en la casa que compartían en escasas oportunidades, la pareja tenía habitaciones separadas, y según relata la historia Delfina tenía prohibida la entrada al cuarto de Mitre, incluso debía pedirle permiso para asear la habitación cuando él se encontraba de viaje. En medio de este contexto, se produjo el nacimiento de la primera hija de Delfina y Bartolomé, que llegó a este mundo el 14 de abril de 1843, siendo bautizada como Delfina Josefa. Aquel nacimiento que Delfina debió enfrentar sola, fue seguramente el detonante para que decidiera mudarse a Buenos Aires, con la firme intención de estar en permanente contacto con su marido, y poder dejar atrás tanta tristeza. Allí, mientras su esposo ascendía en su carrera política, Delfina continuó refugiándose en la maternidad, y con el correr de los años tuvo cuatro varones y dos mujeres. Mientras tanto, Bartolomé Mitre se mantenía distante y alejado de su mujer, abocado a su misión política, que lo condujo a convertirse en el Gobernador de Buenos Aires, lo que al mismo tiempo significó que ganara una enorme popularidad, no sólo entre sus compañeros y amigos, sino también entre las mujeres. Aquello comenzó a sembrar dudas en torno a la fidelidad de su esposo, dudas que disipaba convencida de que Bartolomé era sólo suyo.
Las dudas se disipaban, pero la profunda tristeza de Delfina no, quizás porque esa era la cruz que debía llevar a cuestas en su vida. Aquella tristeza llegó a un nivel realmente intolerable, cuando su hijo Jorge de 18 años se quitó la vida. Delfina no pudo soportar la tragedia, y sobre todo el enfrentarla en soledad, hundiéndose cada vez más profundo en su depresión. Los años continuaron transcurriendo, y mientras tanto Delfina registraba sus vivencias y sentimiento en su diario íntimo, el cual es considerado como una verdadera joya en el género. El 6 de octubre de 1882, Delfina moría de peritonitis. Casi una década después, Mitre era derrotado en las elecciones presidenciales. A los 84 años, precisamente el 19 de enero de 1906, Mitre daba su último aliento.http://historiaybiografias.com/amores7/

domingo, 24 de julio de 2016

ANTONIO MACHADO Y PILAR VALDERRAMA


Dos secretos de Antonio Machado y Pilar de Valderrama: La oscura Canción VIII y el nombre de Guiomar 9 05 2011 VICENTE PÉREZ DÍAZ En la Canción VIII de las “Otras canciones a Guiomar” de Antonio Machado, de oscuro significado, descubrimos una clara alusión a otro poema de Pilar de Valderrama, último amor del poeta, que ilumina el significado de la poesía machadiana, a la vez que identifica a su Guiomar. Se difunde luego una clara asociación entre Pilar de Valderrama y cierto personaje histórico llamado Guiomar, que explicaría por qué Machado la llamó así en sus versos. Se conjetura sobre el motivo por el que Pilar de Valderrama pudo haber ocultado esta conexión. Antonio Machado se casó con Leonor a los 34 años, en junio de 1909. Dos años después Leonor contrajo la tisis y tras luchar con ella doce meses falleció en agosto de 1912. Ese amor y ese duelo marcaron toda la vida y la poesía de Machado hasta su muerte en febrero de 1939. Y siendo esto verdad –la cabida del corazón humano es infinita-, once años después de morir Machado comenzamos a enterarnos de que, aunque lo ocultó a todos, el solitario viudo volvió a encontrar en 1928, a sus 53 años, un nuevo amor, platónico esta vez, que iluminó su vida desde entonces. Nadie supo de su enamoramiento, y mucho menos de su amada (Pérez Ferrero, 1952; Cano, 1960: 130; 1982: 175; Moreiro, 1982: 31), pues su condición de casada forzó hasta el final tanto el secreto como la castidad de este segundo amor. A su muerte, había en su «Cancionero apócrifo», que agrupaba esas composiciones suyas que él fingía salidas de la pluma de otros poetas, varias poesías de amor y de olvido dedicadas a una Guiomar, muchas de ellas puestas en la pluma de uno de sus apócrifos, Abel Martín, ilustrando los propios amores de ese viejo maestro imaginario. No se llegaban a entender bien, pero eran bellas. El libro que en 1950 desveló este amor de Machado publicando retazos de sus emocionadas cartas (Espina, 1950), para ocultar el nombre de su amada lo sustituía por el de aquella Guiomar de sus poesías. En 1981, la poeta Pilar de Valderrama permite que dos años después de su muerte se publiquen sus memorias con este elocuente título: Sí, soy Guiomar (Valderrama, 1981); en él la autora se presenta, resume la historia de este amor y fotocopia y transcribe desordenadamente las treinta y seis cartas que pudo conservar de las más de doscientas que le escribió Machado. En 1994, Giancarlo Depretis ordena y estudia sistemáticamente esas cartas (Depretis, 1994), que hoy encontramos en la recopilación de Jordi Doménech (Machado, 2001; 2009). Tras las revelaciones de Pilar de Valderrama se pudieron atar otros cuantos cabos sueltos y encontrar más significados a esas canciones a Guiomar, que fueron aclarándose un poco, lográndose incluso iluminar casi por completo alguna de las que estaban en las más oscuras tinieblas. Es el caso del Soneto V de S.LXIII «De mar a mar, entre los dos la guerra» que hasta su conexión con Pilar de Valderrama con la que encaja como la pieza de un puzzle se creía una más de las poesías de guerra llena de significados metafóricos. Pero quedan todavía muchas ambigüedades y puntos oscuros en varias de ellas, aún mal interpretados o no resueltos de ninguna manera hasta hoy. Quizá eso sea lo que ha dado pie a que todavía haya quien, resistiéndose a identificar a Guiomar con Pilar de Valderrama, considere, en una reinterpretación de toda la poesía y filosofía de Machado, que con ese nombre se refiere a Leonor (Baamonde 2006; 2009), o que sencillamente se trata de uno más de los apócrifos que creó Machado sin conexión con ningún personaje real (Del Barco 2008), teoría que el autor apoya en datos que no consigue probar (Pérez Díaz 2010).
Muestro aquí dos curiosos datos. Uno de ellos ilumina una de las más oscuras canciones a Guiomar. El otro da la clave de por qué Machado utilizó ese nombre. Y ambos conectan con tal fuerza a Guiomar con Pilar de Valderrama que bastarían por si solos para invalidar cualquier otra hipótesis sobre la identidad de Guiomar, aun cuando no vinieran a sumarse a las otras innumerables pruebas que hasta ahora ya vinculaban a una con la otra sin género de duda. I.- La oscura canción VIII Una de las poesías a Guiomar más extrañas y difíciles de desentrañar sigue siendo la Canción VIII de CLXXIV «Otras Canciones a Guiomar (A la manera de Abel Martín y de Juan de Mairena)» que Machado incluyó en la última edición de 1936 de sus Poesías completas. Pero hay en estos versos algo que puede ayudarnos a empezar a comprenderlos. Se trata de una conexión específica, una clarísima referencia que hace el poeta en esa Canción VIII a Guiomar a unos versos que Pilar de Valderrama le dedica; y lo que hace inequívoca esta referencia es que los versos de Pilar tratan de algo sumamente extraño y peculiar; inconfundible. Este gesto prohibido de aludir a Pilar en sus poesías, que pudiera desvelar su secreta relación puede hacerlo Machado sin miedo en esta ocasión porque la de Pilar es una poesía forzosamente inédita; secreta como las cartas de cuyo contenido formaba parte. Sólo la casualidad ha hecho que se descubra, pues creo que es el único fragmento de las cartas de Pilar de Valderrama que conocemos al reproducirlo ella en su libro. La poesía de Antonio Machado es una de las más raras; él, casi siempre tan claro, nos obsequia con unos versos abstrusos a los que nadie ha encontrado un significado inteligible.
VIII Abre el rosal de la carroña horrible su olvido en flor, y extraña mariposa jalde y carmín, de vuelo imprevisible, salir se ve del fondo de una fosa. con el terror de víbora encelada, junto al lagarto frío, con el absorto sapo en la azulada libélula que vuela sobre el río, con los montes de plomo y de ceniza, sobre los rubios agros que el sol de mayo hechiza, se ha abierto un abanico de milagros -el ángel del poema lo ha querido- en la mano creadora del olvido…
¿A que no se entiende nada? Muchos lo admiten (Valverde, 1986: 253; Sánchez Barbudo, 1989: 431; Gibson, 2006: 533) pero otros han intentado explicarla (Diego, 1975; Sesé, 1980: 572; Macri, 1993; Baamonde, 2009: 595), sin conseguir convencer al lector llano. Sin embargo, si enhebramos los acontecimientos y los ponemos uno junto al otro y en el orden en que se sucedieron, veremos cómo se va recuperando algo de la claridad perdida, y no hará falta que yo añada ningún comentario para que a ningún lector le quepa duda a qué hace referencia el poeta y empiecen a iluminarse esos versos con un significado más a ras de tierra y menos esotérico de lo que viene pareciendo en los últimos setenta años. Veamos: A primeros de noviembre de 1930, una deprimida Pilar de Valderrama, quizás influenciada por sus vivencias en la cercana noche de ánimas y día de difuntos, sentidos y vividos entonces infinitamente más que ahora, escribe su cotidiana carta a Antonio Machado. Él la recibe el lunes 10 de noviembre de 1930 y se emociona hasta el llanto al leer los versos que contiene. Los comenta con estas palabras: Lunes. Noche. Segovia. Llego a Segovia, vida mía, con la esperanza, la seguridad de una carta tuya. Me dicen que está aquí desde ayer. En ella encuentro tus versos maravillosos, que me han hecho llorar y que guardo sobre mi corazón. La última estrofa, sobre todo, sólo se escribe con el alma cuando se es grande poeta, como tú, diosa mía lo eres. Si no está anticuado… Es verdad, Leopardi, Heine, y nuestros florentinos son anticuallas; pero con ellos vas en buena compañía- ¡Gracias, diosa de mi alma! Pero ¡cuidado! Que eso a que la poesía alude, no puede ser. No. Por ese camino iré yo antes que tú. Así debe ser, diosa mía. ¿No eres tú la gloria y la luz de este mundo? ¿Qué sería de él sin ti? Las diosas son inmortales, en todos sentidos. ¿Sabes?… (Depretis, 1994: 220) Intrigados, vamos ansiosamente a los libros de poesía de Pilar de Valderrama a buscar los versos a que puede referirse Machado, pero nuestro esfuerzo es vano, pues ella nunca los da a la luz y sólo se aviene a reproducirlos póstumamente en 1981 en sus memorias (Valderrama, 1981: 53), pues la evidente referencia a su amor al poeta los hace impublicables. Estos son los versos. Ella no lo dice pero a todos los comentaristas les ha resultado evidente (Depretis, 1994: 222; Gibson, 2006: 469). Y a cualquier lector: TESTAMENTO DE UN AMOR IMPOSIBLE. Si yo me muero antes que tú, irás algún día a esperarme en secreto allí, en nuestro rincón. Me verás a tu lado como me ves ahora y me leerás tus versos con temblorosa voz.
Si yo me muero antes, volverás una tarde a buscarme en la fronda de aquel viejo jardín. Te sentarás de nuevo sobre el banco de piedra junto a la fuente aquella que te hablará de mí. Si yo me muero antes, recogerás mis versos y formarás con ellos un breviario de amor que será tu breviario, como si en él tuvieras el signo de la vida y de la religión. Si yo me muero antes, como en las noches nuestras en nuestro Tercer Mundo yo te iré a visitar. me sentirás lo mismo que si estuviera viva, ¡que para ti, esas noches, he de resucitar! Si yo me muero antes, llegarás a mi tumba a llorar y a llevarme una muda oración. y una rosa sangrienta cortarás de su rama que subirá a buscarte desde mi corazón. … Y al fin, irás un día a tenderte en el suelo. ¿Cerca o lejos? ¡Qué importa! Por la vida pasó este amor sin mancharse, y al reencontrarnos luego, con mi mano en tu mano, te llevaré hasta Dios. Sea grande o pequeña la calidad de estos versos, su valor emotivo a los ojos de un enamorado Antonio Machado es innegable. Y…, sí, creo que ya os habéis fijado. Repasemos el quinto cuarteto y volvamos al primero de la Canción VIII de Machado. ¿Hacen falta más comentarios? Ahora el sentido de esa Canción VIII comienza a ser tan claro como nos tiene acostumbrados Antonio Machado en la mayoría de sus versos. Nos faltaba la clave ¿Cuántas más nos faltan para tantos otros versos machadianos que seguimos intentando explicar con mistificaciones? Busquemos esas claves convencidos de que Machado era sencillo y claro en sus imágenes. Espero haber proporcionado a los investigadores con esa misma rosa emergiendo de la misma fosa, una primera base de aproximación al significado de estos versos. Y, además, como hecho colateral, esa imagen tan rara, tan inhabitual, conecta de forma tan directa y específica la canción a Guiomar de Antonio Machado con otros versos previos de Pilar de Valderrama a su poeta, que aunque no hubiera otras mil pruebas de ello bastaría para certificar que, para Machado, Guiomar no era otra que Pilar de Valderrama. II.- El nombre de Guiomar E indagando otras pequeñeces sobre este último amor de Antonio Machado me he dado de bruces con un tesoro que quiero compartir. Di con él, o más bien, dio él conmigo, como quien choca al andar con una invisible puerta de cristal, pues no se hallaba escondido debajo de ningún celemín, sino que relucía sobre un luminoso candelero, bien visible desde todos los lados, como un castillo en lo alto de una loma. No presento aquí un descubrimiento original. En el medio donde lo hallé es algo sabido por todos desde siempre, pero que sigue siendo sorprendentemente ignorado fuera de ese reducido entorno, por más que haya sido publicado y requetepublicado por la profesora de literatura Paz Nágera Salas y la periodista Macarena García Calderón (Nágera, 1989; García Calderón, 1995) sin que hasta ahora haya logrado difundirse en los medios machadianos. Espero que este nuevo empujón lo acerque un poco más a esos círculos. Aquel amor tardío Recordemos la historia del último amor de Antonio Machado: En junio de 1928, a sus 53 años, un viudo y solitario Antonio Machado, catedrático de francés del Instituto de Segovia, conoce casualmente a Pilar de Valderrama, de 39 años, madrileña de la alta sociedad, casada y madre de tres hijos, con grandes inquietudes culturales y autora de varios libros de poesía y teatro que no la han sobrevivido. Al instante el poeta es fulminado por un enamoramiento que le revoluciona. La conexión es mutua, pero al estar casada, Pilar le frena en seco y sólo acepta su relación en el plano de una inocente amistad. El embeleso del poeta le obliga a someterse a esa gran limitación –«con tal de verte, lo que sea»- y encauzando sus ansias, desde entonces hasta 1936 en que las circunstancias les separan definitivamente, mantienen una secreta relación de citas semanales, siempre en lugares públicos, y también un correo secreto a razón de una o dos cartas por semana en las que el poeta vierte todo su corazón a «su diosa». Dijimos ya donde pueden leerse hoy las únicas treinta y seis cartas que han sobrevivido de las más de doscientas que escribió el poeta. No se conserva ninguna de las respuestas de Pilar. Murió Antonio Machado en febrero de 1939 sin revelar nada de este amor ni a sus más íntimos y tras su muerte Pilar siguió guardando el secreto. Pero en 1950 su amiga Concha Espina le hace ver que un hecho tan significativo en la vida del poeta, tan esencial para la interpretación de su pensamiento y de su obra no podía pertenecerle a ella por entero. Atendiendo a ese argumento Pilar autoriza la publicación de fragmentos de las cartas (Concha Espina, 1950), que dan fe cierta del amor del poeta pero ocultan el nombre de la amada bajo el de Guiomar, esa misteriosa figura femenina a la que Machado había escrito desde 1929 aquellas poesías apócrifas de amor y olvido que ya hemos comentado. A esta expansión de Pilar siguieron otros treinta años de cerrado mutismo hasta que en 1981, dos años después de su muerte, aparece su libro de memorias deliberadamente póstumo: Sí, soy Guiomar, con la copia íntegra de las treinta y seis cartas (Valderrama, 1981). Guiomar y el Cancionero Apócrifo Y leídas las cartas a Pilar entendemos cómo siendo Antonio Machado poeta y albergando la explosión de emociones que se trasluce en ellas, sintiera desde junio de 1928 una necesidad casi «profesional» de cantar a su amada. Pero las circunstancias de su relación le vetaban hacerlo en público. Así, muy al principio, lo hace en secreto y Pilar de Valderrama nos habla del «bello soneto que me envió a poco de conocernos dentro de un tomo del Dante “Perdón madona del Pilar si llego”» (Moreiro, 1982: 231), pero citar en esos versos el verdadero nombre de Pilar le obliga a mantenerlos inéditos para siempre y esa no era la vocación de Antonio Machado cuya alma vivía de publicar sus poesías. No era sencilla la solución, pues incluso el publicar sin nombres versos en los que se mostrara enamorado sería correr el riesgo de que por el hilo de su amor se llegase a descubrir el ovillo de su enamorada, cosa que no se podía permitir. Así que para poder dar salida a su vocación manteniendo a la vez el secreto a que estaba obligado debía utilizar un escondite. Y usó dos escondites superpuestos; el primero fue, según todos admiten, el cambiar en sus versos el nombre de Pilar por el de Guiomar, con la misma rima. El segundo fue incluir los versos a Guiomar en su Cancionero Apócrifo, es decir entre esos versos que él hacía como que inventaba para fingirles obra de otros poetas, simulando así que los sentimientos que expresaban esas poesías no eran reales de su propio corazón sino inventados para el corazón de ficción de su apócrifo Abel Martín. ¿Por qué Guiomar? Pero, ¿por qué ese nombre? Otros mil había con el mismo sonido bajo el que esconder el de su amada y así ¿por qué eligió precisamente el de Guiomar? ¿De dónde viene? Leemos los principales textos sobre el tema y nadie lo sabe en esos círculos: Pilar de Valderrama dice que lo ignora o que no fue por nada concreto (Valderrama, 1981: 88) -aunque yo creo que ella conocía el motivo y que lo oculta deliberadamente por razones que ahora se entenderán-; en las pocas cartas que nos han llegado de Machado no se toca ese tema; y hasta los trabajos de estas dos investigadoras ningún otro de los comentaristas y biógrafos del poeta ha sabido desentrañar esta cuestión (Cano, 1960: 116; 1982: 173-74; Ruiz de Conde, 1964: 153-92; Valverde, 1978: 241; Moreiro, 1982: 57; De Luis, 1988: 102; Macri, 1989: 977-78; Sesé, 1990: 330, 338; Depretis, 1994: 20; Gibson, 2006: 441-42; Del Barco, 2008: 537-38). Todos enuncian en sus investigaciones a las diferentes Guiomar de que se tiene noticia, sin poder decantarse por ninguna de ellas. Unas son muy conocidas como la amada esposa de Jorge Manrique a quien él escribía poemas galantes formando acrósticos con su nombre y que todos mencionan, y otras están más escondidas en el romancero o en obras de Cervantes, Lope, Villaescusa, etc., saliendo del olvido una a una a cada trabajo de los eruditos. Son bien pocas, es verdad, pues entre todos sólo han logrado sumar poco más de una decena; y es que, a pesar de su belleza es un nombre bien poco frecuente. Y precisamente esa rareza extrema se alía a nuestra investigación: Algo tan extraño puede asociarse una vez a Antonio Machado, pero es imposible que lo hiciera dos veces. Un ejemplo nos lo hace ver mejor: Si Machado dedicara unos versos a una misteriosa «flor de Bruland» siendo Bruland una aldea noruega de 29 habitantes, y descubrimos cerca del poeta a alguien que pasó su infancia en esa localidad, el margen de error será mínimo si afirmamos: a) que «la flor de Bruland» es esa persona, y b) que fue esa estancia en aquel perdido lugar la que dio origen a su apelativo. Así, si halláramos una asociación clara, específica y bien reconocible entre el nombre de Guiomar y alguien o algo tan cercano a Machado como para ser la Guiomar de sus canciones, la rareza del nombre haría sumamente improbable, virtualmente imposible una segunda conexión similar en el entorno del poeta, y con ello, además de identificar a la verdadera Guiomar de las canciones tendríamos la clave de por qué la llamó así. El Carrascal Pues bien, tras leer las memorias de Pilar de Valderrama intenté situar sus estancias en Palencia y me puse a indagar dónde pasaba sus veranos. Ella dice que era una finca de labranza y encinas, El Carrascal, propiedad de la madre de su marido, y en sus memorias la sitúa a 20 ó 22 km de la capital, en la Tierra de Campos (Valderrama, 1981: 51, 61). José María Moreiro (Moreiro, 1982: 43) afina un poco más situando la finca cerca de Paredes de Nava, lo que casa con lo dicho por Pilar. Y en ese pueblo palentino comencé mis indagaciones. Y no tuve que dar allí más que un golpe de pico para encontrar la veta aurífera en José Luis Nágera Salas y su familia, enamorados de su villa y de su historia, que resumiendo sus publicaciones (Nágera, 1989; García Calderón, 1995), me relataron cómo efectivamente El Carrascal está cerca de allí y cómo de ella se dice todavía hoy por esos pagos que fue la finca del cuarto hijo del conde de Paredes de Nava, allá por los años de mil cuatrocientos y tantos. Aunque en realidad El Carrascal no está en el término y condado de Paredes de Nava, sino en el de Perales, adyacente a él. Y el hijo del conde nació en el propio Paredes de Nava y no en Perales. Pero a pesar de eso se le vinculó a Perales y a El Carrascal porque, al no ser el primogénito, debió lograr sustento y fama guerreando al servicio del rey, y en premio de ello ganó «las tercias reales», es decir, los impuestos debidos al monarca, de todo lo que hoy es el municipio de Perales, donde está enclavada la finca de Pilar. Y ese noble guerrero y servidor de sus reyes, al que se dice dueño de El Carrascal y que es la mayor gloria de Paredes de Nava donde nació, es conocido allí, y en todo el mundo por el dolor que traspasó su corazón al morir su padre, Don Rodrigo, y que supo expresar en unas Coplas inmortales que todos recitamos. Sí, exactamente; lo que quiero decir es que Pilar de Valderrama pasaba sus veranos escribiendo y recibiendo cartas de su enamorado Antonio Machado precisamente en la finca que se dice fue del poeta Jorge Manrique, devoto esposo de Doña Guiomar de Castañeda a quien –al igual que Machado a su propia Guiomar- también escribió unos bonitos versos (Ruíz de Conde, 1964: 174-77), aunque no tanto como para que hubieran sobrevivido seiscientos cincuenta años de no haber ido a la estela de sus sentidas coplas. Y la propia Pilar de Valderrama, sucumbiendo a la influencia telúrica de El Carrascal, nos certifica desde allí que el tema no le era desconocido: …Yo pienso que hace tiempo, mucho tiempo este mismo paisaje contempló el gran Jorge Manrique, en una tarde tibia, como esta que ahora contemplo yo. Jinete en su caballo el caballero por aquí pasó…(Valderrama, 1943) Y esta clara conexión de un nombre extraordinariamente raro con alguien que dentro del entorno de Machado podemos asociar bien claramente con la Guiomar de las canciones, es imposible que conociéndola Pilar, como todos los habitantes del entorno, no la supiera Antonio. Y ¿qué más quería Machado que asociar así a dos de sus amores? Pues es sabida su gran afición a Jorge Manrique cuyas coplas sabía de memoria (Macri, 1989: 2479) y que, además de confesarle su admiración en su poema LVIII, le cita en su obra tan reiteradamente que se encuentran en ella no menos de 9 citas directas al poeta de Paredes de Nava (Macri. 1989: 470, 563, 698, 960, 2000, 2199, 2299, 2409, 2479). La ocultación Imposible también que Pilar no supiera el porqué de su apodo. Sin embargo lo niega en sus memorias y cuando hace un repaso de los distintos investigadores cuyo trabajo «persigue el origen de su significado, esperando descubrir una raíz literaria o circunstancial que lo justifique», nos dice claramente: No hubo sin embargo ninguna intención por parte de Machado de tipo literario ni de «circunstancias» al escogerlo. Sólo trató de hallar un nombre que tuviera las mismas sílabas que el mío y sonara igual para poder usarlo en sus versos, como ya dije. Es cierto que buscó uno eufónico y bello y no descarto que al hacerlo, se acordara de doña Guiomar, la mujer de Jorge Manrique al que los dos admirábamos tanto. Pero nada dijo, empezando a dedicar los versos a Guiomar como la cosa más natural y yo así lo acepté. (Valderrama, 1981: 88) Creo que ella oculta deliberadamente el origen de su apodo negándose a dar ni una sola pista (ni siquiera alude a la proximidad de la finca a Paredes de Nava) porque no es en realidad un «título» del que ella se sienta merecedora al no provenir de algo que deba asociarse a ella, pues El Carrascal era propiedad de la familia de su marido, y el mantener con Antonio Machado una relación, todo lo casta que se quiera pero adúltera a sus beatos ojos, y apropiarse vilmente además de un «título» que pertenece a un marido al que está traicionando con esa relación, apila un grave pecado sobre otro aún más grave. Y es que, según encuestas que con motivo del peculiar affaire Clinton-Lewinsky se realizaron a hombres y a mujeres sobre qué entendía cada uno por «relación sexual», la definición femenina difiere sustancialmente de la masculina, pues mientras los hombres la definen terminantemente como «cualquier actividad sexual física», las mujeres, yendo más allá, dicen que es «cualquier actividad sexual física o emocional con una persona con la que se tiene una conexión», es decir que, a diferencia de los hombres, incluyen como relación sexual una actividad, física o no, en la cual una persona establece un lazo emocional con otra (Pease, 2009: 128), justamente lo que ella estaba haciendo con el pobre Antonio Machado aún cuando él se juzgara sometido a una santificante y rigurosa dieta. Cuentan las autoras de los trabajos originales (Nágera, 1989; García Calderón, 1995) que en Paredes de Nava y en Villaldavín, donde Pilar pasaba los veranos con los niños, la gente que la conoció la recuerda con afecto y admiración como una gran señora de aspecto majestuoso, muy guapa, con pelo negro muy bien peinado, uñas pintadas de rojo y buen saber hacer y estar. Se desplazaba desde su finca al cercano Villaldavín, a Paredes o a Palencia en uno de aquellos automóviles carrozados de madera que se llamaban «rubias». Pero mientras estuvo allí nadie la relacionó nunca con Antonio Machado, pues la finca se vendió y ella y su familia dejaron de frecuentar el pueblo mucho antes de que en 1981 con la publicación de su libro Sí, soy Guiomar pudiera vinculársela con el poeta. Mientras frecuentaba aquellos paisajes toda esa historia la guardaba Pilar dentro de su pecho. Pero cuando su secreto salió a la luz, y precisamente por ese nombre que le daba el poeta, a nadie allí se le ocurrió que Guiomar pudiera ser otra que Pilar de Valderrama y todos supieron por qué la llamó así. Porque no podía ser de otra manera. http://magazinemodernista.com/2011/05/09/dos-secretos-de-antonio-machado-y-pilar-de-valderrama-la-oscura-cancion-viii-y-el-nombre-de-guiomar/

DAR AMOR siempre...


REFLEXIONES PERSONALES Dañar un alma es como dejar de existir…por eso Dios nos agregó el llanto, para pedir perdón! Qué difícil es vivir en las sombras, escondiendo la luz…Amar cuando tal vez se daña al otro, a uno mismo o a terceros. Fuimos hechos para luchar por los sueños. Para amar por sobre todas las cosas. Sin embargo esto de “sobre todas las cosas” no es tan así. ¡Cómo es posible que amar sea dañar en algunos casos! Sí, a veces lo es. Parece imposible esta afirmación. Ahí nos damos cuenta que el amor es un sentimiento sujeto al control de los sentidos, al límite del otro, a la entrega en cierto escenario, sujeto a no caer en el abismo que nos marca la vida si se trata de amores no correspondidos. Y mucho de esto sucede porque no medimos las consecuencias. Nos embarcamos en un transporte de ambigüedades que nos negamos a analizar. Porque tal vez si las analizamos no nos guste el resultado. No queremos saber cuánto nos aman. Amamos y aceptamos. Cuando amamos no queremos renunciar. Nos es difícil pensar el camino sin la mano del otro. Sin embargo puede que el otro no lo sienta igual y nos negamos a ver la realidad. Una realidad que nos pone de frente a buscar una justificación que nos saque del sendero que habíamos creído definitivo. A veces volcamos toda la carga sobre el otro y este sufre o se pierde en dilaciones que solo traen malos momentos. Porque cada afirmación de cariño lo hace tener remordimientos. Porque tampoco quiere renunciar a su realidad y esta se entremezcla con recibir más amor del que puede dar, en circunstancias especialmente irresolutas. Yo no soy quien para aconsejar y creo que nadie puede hacerlo. Las relaciones entre seres activos para amar y ser amados, tal vez requiera de ciertos parámetros que ningún enamorado quiera aceptar. Sin embargo hay un listado de situaciones que uno se pregunta ¿Es amor lo que está sucediendo? Permitan que humildemente les diga que sí, hay situaciones especiales en las que las personas se aman a pesar de mediar circunstancias fuera de lo común: Puede alguien decir que amó y nunca volver a hacerlo de igual manera… Puede alguien decir que ama a quien nunca ha visto… Puede observar que se comunica con alguien que ya no está presente en su vida y al hacerlo, sentir direcciona en cierto modo sus actos… Puede alguien enamorarse de quien, sin contacto, ve como alma gemela, que coincide en casi todo… Puede que alguien ame para siempre, sin mediar un sentimiento mutuo… Y muchas otras que encontramos con solo mirarnos y mirar a nuestro alrededor. Lo importante es que el amor no se convierta en maldad, traición, falta de respeto, obsesión ni capricho… Y creo que existe un lugar privilegiado para las almas nobles, pero muy difícil de transitar, y es renunciar al amor para darle al otro un lugar de bienestar, de luz, de entender que su felicidad es también la propia. Creo que la lucha por la vida es maravillosa y mucho más lo es cuando nos elevamos por sobre lo terrenal y surcamos caminos conducentes a hacernos felices y mucho más cuando encontramos que somos capaces de llegar porque el amor no tiene “contraindicaciones” Pero no debemos dejar de ver la realidad cuando ésta nos indica que nos estamos equivocando o que estamos, sin querer, haciendo sufrir a otros o al otro. Nada más triste para alguien que ama que saber que no es capaz de renunciar a sí mismo si en ello le va la vida del objeto de su amor. Nunca olvidar que amor no correspondido no cambia…Creo que lo que no se da desde el principio no es y nunca lo será. Sí creo en la construcción día a día del amor. Elevar el edificio de la relación en todos los órdenes, porque a veces las diferencias tienen una única manera de ser transitadas y es ponerse de acuerdo y convivir en armonía. (Puedo equivocarme) Hay un relato que tal vez alguna vez escucharon y quiero traerlo resumido aquí como para darles una conclusión final de lo que yo considero es EL AMOR En una oportunidad un anciano se retiraba presuroso de sus obligaciones diarias para acudir a un lugar. Uno de sus amigos le preguntó adónde iba todos los días y él le contestó: -Voy al geriátrico a darle el desayuno a mi esposa que está enferma de ALZHEIMER… _Para qué vas si ella no te reconoce? -Voy porque ella algún día de tantos ella me reconocerá y además porque es ahí en donde quiero estar… El verdadero Amor no necesita demostraciones grandilocuentes; basta con que viva en las almas de quienes verdaderamente lo sienten y son capaces de esparcirlo como hombres de eterna trascendencia divina y humana. Amparo Estévez Saviza-Derechos Reservados de Autor/enero/2015

La llave mágica (Completa en español)

ABC del amor - Pelicula Completa en español

jueves, 14 de julio de 2016

Joaquín Sabina - Besos en la frente

BESOS EN LA FRENTE


'BESOS EN LA FRENTE' Enviar_Letra Imprimir_Letra Video_Musical Enviar letra a un amigo Imprimir letra Ver Vídeo Las gafitas de las pecas, con complejo de muñeca desconchada frota su cuerpo desnudo contra el lino blanco y mudo de la almohada. Invisible entre la gente. Condenada a ser decente, según fama que del cuello le colgaron los que nunca la invitaron a su cama Cuando agoniza la fiesta todas encuentran pareja menos Lola que se va, sin ser besada, a dormirse como cada noche sola y una lágrima salada con sabor a mermelada de ternura moja el suelo de su alcoba donde un espejo le roba la hermosura. Nadie sabe cómo le queman en la boca tantos besos que no ha dado, tiene el corazón tan de par en par y tan oxidado. Ojos lujuriosos de hombre que en el último metro buscan y desean nunca miran dentro del escote de las feas. Besos en la frente, besos en la frente le dan; besos en la frente, nadie trata de ir más allá… yo quise probar. Yo que, en cosas del amor, nunca me he guiado por las apariencias, en su cintura encontré una mariposa de concupiscencia. Las más explosivas damas me dejaban en la cama congelado -”ten cuidado al desnudarme, no vayas a estropearme mi peinado”- Lola sí que lo ha comprendido, por caminos escondidos ha buscado el agua que mana el oscuro manantial del pecado. Y aunque me ha dejado marcado como un mapa de arañazos en la espalda nunca hallé tanto calor como bajo su falda, y le he pedido “vente conmigo” aunque la peña diga “tío, que mal te lo montas”, harto como estaba de tanta guapa insípida y tonta. Paso de la falsa belleza igual que el sabio que no cambia París por su aldea y me abrazo a la verdad desnuda de mi fea. Besos en la frente, besos en la frente le dan; besos en la frente, nadie trata de ir más allá… yo quise probar Fuente: musica.com Joaquín Sabina Joaquín Sabina J oaquín R. Martínez Sabina nació el 12 de febrero de 1949 en Ubeda (Jaén). En 1970 se exilió a Londres, falsificó su pasaporte e inició su vida con el nombre de Mariano Zugasti. En 1975 escribió sus primeras canciones y actuó en un bar ante George Harrison (ex The Beatles). En 1977 regresó a España y editó su primer LP, “Inventario” (1978), mientras comenzaba a actuar en diferentes pub’s madrileños. En el ’80 lanzó su segundo álbum, titulado “Malas Compañías” y junto a Javier Krahe y Alberto Pérez graba el disco, “La Mandrágora” (1981). Dos años después Sabina editó “Ruleta Rusa” y comenzó a actuar acompañado por “Ramillete de virtudes”, su primera banda.

Fito Paez - El Amor Después Del Amor

EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR


El amor después del amor El amor después del amor tal vez se parezca a este rayo de sol y ahora que busque y ahora que encontré el perfume que lleva al dolor en la esencia de las almas en la ausencia del dolor ahora se que ya no puedo vivir sin tu amor Me hice fuerte ah? donde nunca vi nadie puede decirme quien soy yo lo se muy bien te aprendi a querer el perfume que lleva al dolor en la esencia de las almas dice toda religión para mi que es el amor después del amor El amor después del amor tal vez se parezca a este rayo de sol y ahora que busque y ahora que encontré el perfume que lleva al dolor en la esencia de las almas dice toda religión para mi que es el amor después del amor Nadie puede y nadie debe vivir sin amor una llave por una llave y esa llave es mi amor una llave por una llave y esa llave es mi amor - FITO PAEZ El siguiente álbum sería el que mayor éxito y dinero le traería: "El amor después del amor" (1992). "Nadie puede y nadie debe vivir sin amor" es el estribillo que caracteriza a este trabajo, criticado por su superficialidad y "falto de compromiso"

Película Evitando el Amor

lunes, 11 de julio de 2016

Eduardo Falú - Romance de la delfina

La Siberia - "Pancho Ramirez y La Delfina: un amor de leyenda" de María ...

¡¡¡AMOR SE ESCRIBE CON MAYÚSCULAS!!!


¡¡¡AMOR SE ESCRIBE CON MAYÚSCULAS!!! Publicado el 11 julio, 2015 por amparorules La Siberia – “Pancho Ramirez y La Delfina: un amor de leyenda” de María Rosa Lojo/ SE ADJUNTA VÍDEO APARTE ***************************************************************************
REFLEXIONES PERSONALES A MENUDO vemos en las biografías de héroes y caudillos historias como éstas. Es que el hombre y la mujer cuando aman de verdad no encuentran obstáculos para materializar su amor y defenderlo pese a todo… Claro que a veces existe un entorno que hace que se deba renunciar a ese amor. Son contadas las situaciones que se presentan para un renuncio formal. La realidad es que nunca se renuncia a vivir plenamente en total felicidad. Hay ponderables que bifurcan los caminos pero jamás se pierde de vista al eterno amor. Canciones, melodías diversas nos hablan permanentemente de amores renunciados. A veces conocemos personas que van de rama en rama y solemos decir: “Aun no encuentra su pareja, aquella que le da sentido a su vida” Tal vez en aquel hombre inconquistable ya existe el amor eterno y en aquella mujer que vive sus días apacibles, de fidelidad duradera, de paz en el corazón y el alma alerta cuidando su amor, también existe la verdad de un amor completo, definitivo y real. Para concebir esto hay que creer en el amor. En el amor que se manifiesta un día, sin haberlo pedido ni esperado. Generalmente sorprende. Es tan perfecto que no se define de inmediato y se hace carne de a poco. Nadie puede salir de un amor así. No hay edad para un amor definitivo. Muchos tienen la suerte de compartirlo y son fuertes en las peores batallas que la vida les presenta. Esta clase de amor es mutuo. Si lloras por un amor no correspondido es probable que no estés ante el amor simbiótico. Si eres humillado, maltratado, despreciado, injuriado, violentado, ninguneado, apabullado; anulando tu personalidad, tu presencia, tu ternura, tu entrega…por más que te pidan perdón debes renunciar de inmediato a esa relación. Sea hombre o mujer, todo individuo tiene el derecho de no ser vulnerado como persona. Este tipo de amor en realidad no lo es, al menos de una de las dos partes, es enfermo y casual. Apártate de inmediato. Ámate lo suficiente para entender que existe otra clase de amor y que lo mereces. Muchas personas tal vez se vayan de este mundo sin conocer al AMOR con mayúsculas, quizá no estaba en su destino. Pero recuerden que en cualquier momento puede llegar y los bravos se volverán mansos, los golpes caricias y en cada beso se vivirá un sueño- El sueño que todos llevamos dentro y que solo se manifiesta en las almas que saben esperar. Que no se mienten a sí mismas , se guardan para la ocasión, no le hacen la vida imposible a nadie y en libre albedrío de la vida, encuentran la experiencia de cada paso que les advierte en dónde posar su mirada, reconocer otras historias. Aquellas que nos hacen mirar dos veces porque algo nos atrae. Un misterioso rayo de luz nos abarca, cada día nos envuelve más y nos redescubrimos, Y obtenemos la bendición de un AMOR que nos da PAZ y toda la felicidad que buscábamos sin saberlo…AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA **********************************************************AMPARO E.S 11-07-2015 El contenido referido a REFLEXIONES de este blog son publicadas en un libro personal del mismo tema con Derechos Reservados de Autor/2014 /República Argentina

jueves, 7 de julio de 2016

EL JUEGO DEL MATRIMONIO (2007) PELICULAS COMPLETAS EN ESPAÑOL

1.- El amor llega poco a poco. (2003 - película cristiana completa en es...

Amores presos: la cara más amable de la cárcel


Amores presos: la cara más amable de la cárcel En la cárcel no todo son abusos sexuales por favores. Descubrimos tres historias de amor entre presos y funcionarios. http://www.larazon.es/historico/557-amores-presos-la-cara-mas-amable-de-la-carcel-HLLA_RAZON_257782#.Ttt16IUReqiHh3U 10 de mayo de 2010. 00:00h Ángeles López - Madrid. «Simplemente, me enamoré porque vi en él a alguien distinto; no al asesino de la ballesta que todos veían, sino a un ser especial». Siete años después y fruto de ese amor, repetido por Carmen Mont, ha nacido hace pocas semanas Alicia. La hija que aquella auxiliar de enfermería de la cárcel barcelonesa de Quatre Camins que le daba cada día la medicación al preso psiquiátrico llamado Andrés Rabadán, y que dos años después, formalizarían en boda aquel sentimiento. Su amor –y la concepción de su criatura– no conoce otro escenario que el de la cárcel. Los únicos momentos de soledad que han tenido, han sido los vis-a-vis. Jamás han paseado. Ni han ido al cine, ni cenado con amigos. Ni mucho menos han compartido casa. En cuatro años, cuando Rabadán salga en libertad, será la primera vez que la convivencia ponga a prueba ese amor. ¿Cuántas historias de amor no han sabido los barrotes de las prisiones? ¿De cuántos encuentros furtivos entre presos y funcionarios no han sido testigos los muros de las cárceles? La atracción entre vigilante y confinado es tan vieja como la propia historia de la reclusión. A raíz del incidente sucedido en Alcalá-Meco, donde la cúpula directiva ha sido cesada y dos funcionarios, suspendidos de empleo y sueldo por mantener presuntas relaciones sexuales con internas a cambio de favores, rastreamos algunas relaciones entre hombres y mujeres, con barrotes de hierro interponiéndose. El parricida y la auxiliar de enfermería Andrés Rabadán lleva 16 años en módulos psiquiátricos de distintas prisiones, como Can Brians, la Modelo o Quatre Camins, las tres de Barcelona, y probablemente sea uno de los presos españoles que llevan más años en la cárcel. Ni un solo permiso en 14 años y aún le quedan 1.460 días íntegros de condena. «Ni siquiera le han dado permiso para asistir al nacimiento de su hija», lamenta su esposa Carmen. Aun siendo una mujer fuerte que ha soportado todo tipo de pruebas, «le necesita más que nunca», asegura un amigo común, el cineasta Ventura Durall, realizador de «Las dos vidas de Andrés Rabadán» y «El perdón». Antes de vestirse de novia, aquel 2 de septiembre del 2003, enamorada de ese chico tan guapo «con un lunar a lo Robert de Niro», mantuvieron una relación sutil dentro de la prisión de Quatre Camins. Fue ella quien reparó en él cuando le daba la medicación. Ella, que leyó su libro, decidió dejarle notas y se dejaba caer por su zona para verle. Le apetecía besarle y, un día, lo hizo. «No quería ayudarle, no había nada caritativo, sólo me enamoré», explica. Cuando empezaron a circular rumores sobre su relación, ella dejó su trabajo. Sus padres y su hermano le prestaron un apoyo incondicional y, aun ahora, en los momentos más bajos de su reciente maternidad sin su marido, sigue pidiendo una segunda oportunidad para él. A su entender, todos hablamos de su pasado pero a nadie parece interesarle su presente. «A tenor de su actuación, diría que ella está absolutamente enganchada –explica el psiquiatra José Cabrera–, es decir, sintiendo, más que amor, una subyugación hacia él». Todos los funcionarios saben de algún caso de relaciones entre compañeros y reclusos, «pero lo curioso –aclara un miembro de ACAIP– es que el 90 por ciento de las funcionarias que dan el paso es porque se han enamorado, mientras que si sucede con sus compañeros varones, suele ser por un escarceo erótico». «Nada nuevo bajo el sol. Es una máxima universal –sostiene el psiquiatra–, pero no sólo en la cárcel, sino en la vida: para una mujer el sentimiento está por encima de una situación placentera transitoria y para el hombre impera lo contrario. Es un tema biológico que se hunde en la raíces de la evolución humana, y no es privativa del ámbito carcelario». Las preguntas se agolpan: ¿Qué le atrae a un funcionariode un preso? ¿El aspecto sórdido? ¿El lado oscuro? ¿La posibilidad de sexo sin compromiso? ¿Redimirles del camino equivocado? «La posición de dominio en una relación –ataja el doctor Cabrera–, en términos generales, y sin entrar en especificaciones. Eso produce la antigua fascinación, que forma parte del imaginario colectivo de yo soy tu carcelero y tú estás sometido a mí... Porque, ¿cuántas parejas no juegan a esposarse durante sus encuentros sexuales? Maestra se enamora de traficante Para confirmar la estadística «soto voce», María me confiesa –telefónicamente y rogándome no citar la prisión donde trabaja– que mantiene una relación sentimental desde hace casi un año con un interno que cumple condena por tráfico de drogas. «Yo no estoy enamorada de un delincuente, ni me atrae el lado tenebroso del amor. Estoy con alguien que ha cometido un error por falta de oportunidades, porque nadie puede imaginar las condiciones en las que creció. ¿O es que alguien, un buen día, por puro deporte, decide ser traficante?». María está en guardia y tiene el lógico temor a ser sancionada y perder su trabajo. «Bastante difícil es vernos y no poder expresar lo que sentimos. Ni él puede decírselo a sus colegas, y muy poca gente de mi entorno está enterada». Un beso furtivo, miradas a contrapelo, el roce de las manos a escondidas. «No hemos estado solos, nunca. No puedo solicitar un vis a vis con él porque saltarían todas las alarmas. A veces creo que no vamos a poder aguantar más esta situación a la espera de los meses que le quedan de condena». Lo suyo fue completamente paulatino, nada de flechazos, «cuando vas dejando de ver al preso y permites que emerja la persona, te enamoras de él y olvidas su situación penal». Ignora si seguirán juntos, aunque sueña cómo será el momento en que pueda estar a solas con él, sin testigos de cargo, «tampoco sé si estoy firmando una sentencia de amor para el resto de mis días. Lo que tengo claro es que el amor dura más que las penas, y que ésta es una historia por la que he apostado, como demuestro con lo que me estoy jugando. Además, creo en la redención a través del amor. Y en las segundas oportunidades. Mucho más que en el sistema penitenciario, aunque forme parte de él. La cárcel no reinserta; el amor sí». José Cabrera opina que «parece ser una historia de amor normal, que ha sucedido en el seno de una prisión como podría haber ocurrido en un bar. Él no ha cometido un delito grave y, ambos, se han ido enamorando con el roce. Si para colmo está a punto de cumplir, tiene tantas probabilidades de salir bien como de salir mal. Como en la vida extracarcelaria». No hay estadísticas que computen las relaciones amorosas entre funcionarios e internos. «¿Cómo puede haberlas si es un hecho sancionable?», explica un criminólogo, miembro de juntas de tratamiento de distintas prisiones y perteneciente a Comisiones Obreras. A pesar de ser uno de los cuerpos de la administración que más licenciados tiene –cerca del 70 por ciento, aún en los puestos más básicos–, la formación no es un freno cuando el amor llama a su puerta tras las rejas. «Sí puedo decir –prosigue el jurista– que, salvo en casos de abusos, en los que el trabajador, hombres casi exclusivamente, se vale de su posición para mantener relaciones sexuales, lo cual constituye una infracción penal, el interno o interna aprovecha las circunstancias para conseguir beneficios durante su vida en prisión; no suele haber grandes historias románticas y sí muchas manipulación». «Ambos se instrumentalizan –matiza el psiquiatra forense José Cabrera–: el preso obtiene la ventaja de codearse con quien manda en esa microsociedad, ante sus compañeros... Y el funcionario logra una relación que, en términos generales, no obtendría en la calle por timidez, retraimiento o motivos psicológicos variados». Chico bien y chica mala «Como fue hace mucho tiempo, y ella ya ha cumplido su pena, lo puedo contar: fue en Melilla, en un año que no quiero acordarme...», explica, con cierta retranca, quien hoy ya ha aprobado su oposición del cuerpo más elevado dentro de instituciones penitenciarias. «Era mi primer destino, como Ayudante de Instituciones Penitenciarias, lo que vulgarmente llaman carcelero. Había estudiado derecho en el CEU y sacado mi oposición con 23 añitos. Había tenido algunas novietas durante la universidad, pero nada serio, hasta que la conocí. Fue una relación muy visceral y creo que poco profunda, como demostró el tiempo. Ahora, con perspectiva, creo que debió ser la fascinación de lo prohibido y lo desconocido. Era guapa, listísima y con mucho mundo vivido, el mismo que a mí, un ratón de biblioteca, me faltaba. Nunca llegamos a tener ningún contacto dentro de la cárcel. Como su pena no era muy larga, casi al mismo tiempo en que me trasladaban, ella salió en libertad. La breve convivencia demostró que no estábamos hechos el uno para el otro, porque fue un romance muy pasional, pero sin proyecto de futuro. Pero hoy miro atrás y, la verdad, nos la jugamos los dos. Pero no me arrepiento». «A priori –explica el doctor Cabrera–, diría que se trata de una relación asimétrica, gracias a la cual él pudo romper el quiste emocional con una chica como ella. Posiblemente se tratara en aquellos momentos de juventud de un tipo acomplejado con el sexo femenino que encuentra salida a su frustración con una mujer simple de la calle». Y un desengaño en libertad «El vestido de boda me lo estaban haciendo a medida las chicas del taller de costura, con un pantaloncillo de raso. Estaba quedando bastante bien». Ana pasó tres años en la prisión de mujeres de Alcalá-Meco. Acababa de cumplir la mayoría de edad cuando decidió traer varios kilos de cocaína a Madrid desde la República Dominicana. «Me iban a dar seis mil euros por kilo, era muy tentador», dice. La Policia descubrió el doble fondo de su maleta. Para ocupar el tiempo en la cárcel acudía a los talleres de cocina y participaba en las actuaciones de la compañía de teatro Yestes. Por ahí llegó la felicidad: tras una representación en la prisión de hombres conoció a Wincho, un preso ecuatoriano del edificio de enfrente -Madrid II-. «Nos escribíamos y venía a verme en los permisos». Ahora el tiempo pasaba más rápido: lograron el tercer grado y empezaron a verse fuera de los barrotes. La libertad probó su amor. Hasta entonces, las escuetas cartas y los acalorados vis-a-vis les dejaban insatisfechos, pero lejos de la prisión, esas citas tan cortas les parecían el paraíso: fuera no tenían casi nada que decirse, a su relación le sobraba aire. Pese a que todo seguía su ritmo: «Teníamos fecha de boda», cuenta Ana, «pero tres días antes hice como Julia Roberts en "Novia a la Fuga" y no me casé». Tenía motivos. Otra presa se cruzó con ella mientras vociferaba que estaba saliendo con Wincho desde hacía semanas. Ana le replicó de forma acalorada, la llamó mentirosa y se marchó enfadada a su celda. Ni la televisión ni el alcohol casero que fabricaban con fruta la distraían de su sospecha, pasó varios días muy mal, no quería ver a su novio para preguntarle, pero al mismo tiempo no quería creer lo que cada vez era más evidente. Así que con ayuda de otras compañeras de su módulo confirmó la mala noticia. Wincho, el amor de su vida, la estaba engañando. Leer más: Amores presos: la cara más amable de la cárcel http://www.larazon.es/historico/557-amores-presos-la-cara-mas-amable-de-la-carcel-HLLA_RAZON_257782?sky=Sky-Julio-2016#Ttt1xRdPmtpgc6UY Convierte a tus clientes en tus mejores vendedores: http://www.referion.com

EL AMOR TOMA SU TIEMPO ¦ PELÍCULA COMPLETA EN ESPAÑOL.-- ( 2003 - }

lunes, 4 de julio de 2016

"Me sobra corazón" de Miguel Hernandez por Alfredo Alcón

Se trata de dos hermosos jóvenes que se pusieron de novios cuando ella tenía trece y él dieciocho...


Rene Garcia Beltrame 5 h · Buenos Aires · "Se trata de dos hermosos jóvenes que se pusieron de novios cuando ella tenía trece y él dieciocho. Vivían en un pueblito de leñadores situado al lado de una montaña. Él era alto, esbelto y musculoso, dado que había aprendido a ser leñador desde la infancia. Ella era rubia, de pelo muy largo, tanto que le llegaba hasta la cintura; tenía los ojos celestes, hermosos y maravillosos.. La historia cuenta que habían noviado con la complicidad de todo el pueblo. Hasta que un día, cuando ella tuvo dieciocho y él veintitrés, el pueblo entero se puso de acuerdo para ayudar a que ambos se casaran. Les regalaron una cabaña, con una parcela de árboles para que él pudiera trabajar como leñador. Después de casarse se fueron a vivir allí para la alegría de todos, de ellos, de su familia y del pueblo, que tanto había ayudado en esa relación. Y vivieron allí durante todos los días de un invierno, un verano, una primavera y un otoño, disfrutando mucho de estar juntos. Cuando el día del primer aniversario se acercaba, ella sintió que debía hacer algo para demostrarle a él su profundo amor. Pensó hacerle un regalo que significara esto. Un hacha nueva relacionaría todo con el trabajo; un pulóver tejido tampoco la convencía, pues ya le había tejido pulóveres en otras oportunidades; una comida no era suficiente agasajo... Decidió bajar al pueblo para ver qué podía encontrar allí y empezó a caminar por las calles. Sin embargo, por mucho que caminara no encontraba nada que fuera tan importante y que ella pudiera comprar con las monedas que, semanas antes, había ido guardando de los vueltos de las compras pensando que se acercaba la fecha del aniversario. Al pasar por una joyería, la única del pueblo, vio una hermosa cadena de oro expuesta en la vidriera. Entonces recordó que había un solo objeto material que él adoraba verdaderamente, que él consideraba valioso. Se trataba de un reloj de oro que su abuelo le había regalado antes de morir. Desde chico, él guardaba ese reloj en un estuche de gamuza, que dejaba siempre al lado de su cama. Todas las noches abría la mesita de luz, sacaba del sobre de gamuza aquel reloj, lo lustraba, le daba un poquito de cuerda, se quedaba escuchándolo hasta que la cuerda se terminaba, lo volvía a lustrar, lo acariciaba un rato y lo guardaba nuevamente en el estuche. Ella pensó: "Que maravilloso regalo sería esta cadena de oro para aquel reloj." Entró a preguntar cuánto valía y, ante la respuesta, una angustia la tomó por sorpresa. Era mucho más dinero del que ella había imaginado, mucho más de lo que ella había podido juntar. Hubiera tenido que esperar tres aniversarios más para poder comprárselo. Pero ella no podía esperar tanto. Salió del pueblo un poco triste, pensando qué hacer para conseguir el dinero necesario para esto. Entonces pensó en trabajar, pero no sabía cómo; y pensó y pensó, hasta que, al pasar por la única peluquería del pueblo, se encontró con un cartel que decía: "Se compra pelo natural". Y como ella tenía ese pelo rubio, que no se había cortado desde que tenía diez años, no tardó en entrar a preguntar. El dinero que le ofrecían alcanzaba para comprar la cadena de oro y todavía sobraba para una caja donde guardar la cadena y el reloj. No dudó. Le dijo a la peluquera: - "Si dentro de tres días regreso para venderle mi pelo, ¿usted me lo compraría?" - "Seguro", fue la respuesta. - "Entonces en tres días estaré aquí." Regresó a la joyería, dejó reservada la cadena y volvió a su casa. No dijo nada. El día del aniversario, ellos dos se abrazaron un poquito más fuerte que de costumbre. Luego, él se fue a trabajar y ella bajó al pueblo. Se hizo cortar el pelo bien corto y, luego de tomar el dinero, se dirigió a la joyería. Compró allí la cadena de oro y la caja de madera. Cuando llegó a su casa, cocinó y esperó que se hiciera la tarde, momento en que él solía regresar. A diferencia de otras veces, que iluminaba la casa cuando él llegaba, esta vez ella bajó las luces, puso sólo dos velas y se colocó un pañuelo en la cabeza. Porque él también amaba su pelo y ella no quería que él se diera cuenta de que se lo había cortado. Ya habría tiempo después para explicárselo. Él llegó. Se abrazaron muy fuerte y se dijeron lo mucho que se querían. Entonces, ella sacó de debajo de la mesa la caja de madera que contenía la cadena de oro para el reloj. Y él fue hasta el ropero y extrajo de allí una caja muy grande que le había traído mientras ella no estaba. La caja contenía dos enormes peinetones que él había comprado... vendiendo el reloj de oro del abuelo. Si ustedes creen que el amor es sacrificio, por favor, no se olviden de esta historia. El amor no está en nosotros para sacrificarse por el otro, sino para disfrutar de su existencial. J.B.

Te quise ayer... te quiero hoy... te querré mañana…


la isla de los sentimientos con Ruth Montenegro· Te quise ayer... te quiero hoy... te querré mañana… Te quise niñA... te quiero mujer.. te querré anciana… Fuiste mi pasado... eres mi presente... serás mi futuro… Ayer besé tus labios tersos... hoy besaré tus labios maduros, mañana besaré tus labios... llenos de recuerdos… Besaré tus ojos, de mirada profunda y cada una de tus arrugas…Porque sólo tú eres y serás el amor…Te quise ayer... te quiero hoy.... te querré mAñana…....❤❤Ƹ̴Ӂ̴Ʒ ♫♫

domingo, 3 de julio de 2016

La carta que revela el amor secreto de Cristóbal Colón hacia Isabel la Católica


La carta que revela el amor secreto de Cristóbal Colón hacia Isabel la Católica El libro escrito por Estelle Irizarry desvela una historia pasional en la que el almirante remitía sus misivas a Doña Juana de la Torre, ama de llaves de la reina, para que se las entregara sin que su esposo Fernando sospechara. LA BARRERA DE LA CORONA Actualizado 16 febrero 2012 Ampliar el textoReducir el textoImprimir este artículoCorregir este artículoEnviar a un amigo A la polémica y enigmas que rodea la figura de Cristóbal Colón se uniría ahora un sorprendente eslabón, su admiración primero y luego amor por la reina Isabel la Católica. Es la tesis que mantiene Estelle Irizarry, profesora de la Universidad de Georgetown, en su libro La carta de amor de Cristóbal a la Reina Isabel, en el que se revelan detalles sobre una misiva del almirante. Se desconoce si el texto llego a las manos de la reina pero revela un sentimiento que había permanecido oculto. "Las llaves de mi voluntad yo se las di en Barcelona", relata la carta, escrita en 1501 en perfecto español con algunas fórmulas ladinas, la lengua propia de los judíos sefardíes. Estelle Irizarry, experta investigadora de la figura de Cristóbal Colón, explica que esta es una fórmula con claras intenciones amorosas y con connotaciones eróticas. Las complicadas relaciones sociales existentes a finales del siglo XV y principios del XVI ayudan a comprender por qué Colón no le escribía directamente a Isabel la Católica, pese a que él, como virrey y gobernador general de las Indias al servicio de la Corona de Castilla, pudiera tener potestad para ello. Es por esa razón por la que el almirante escribió las cartas a nombre de Doña Juana de la Torre, ama de llaves de la reina, pero con el remitente final para su amada. Así lo describe Irizarry en su obra, quien sostiene que Colón no quería tener problemas con la Corona y por eso utilizó fórmulas sosegadas como "Yo soy de continuo pensando en su descanso". Una de las claves que ayudan a comprender el significado amoroso de la misiva es el destinatario. En anteriores cartas en las que se recogen asuntos de gobernación de las Indias el remitente es en plural, dirigido a los Reyes Católicos. Sin embargo, el texto analizado por Irizarry, en un tono mucho más personal y afectuoso, está dirigido tan sólo a la reina Isabel. Otra versión:No he descubierto ningún manuscrito perdido; solamente he leído los que todos conocen, pero con mucha atención y consultando libros y artículos. Estas páginas parten de una sola carta escrita por la mano del Almirante Cristóbal Colón, una carta única porque no se conserva otra autógrafa dirigida a la Reina Isabel solamente y se distingue de las demás comunicaciones de Colón, que van dirigidas a las “Altezas”, la Reina y el Rey, cuya designación se condensa a “los Reyes Católicos”. Es única también porque parece ser una carta de amor. Digo “parece” porque en general no ha sido tenida por tal. De hecho, fuera de su procedencia, no se sabe nada de la carta, si llegó a su destinataria y ni siquiera su fecha. ¿Qué puede decirnos una carta huérfana así? ¿Se amaron acaso los protagonistas de este presunto drama epistolar? ¿Y pasó algo? O ¿podemos afirmar con certeza que aquí no pasó nada La carta es parte de una red compuesta de ella y otras comunicaciones redactadas por Colón, que se iluminan mutuamente, y que en conjunto y en partes pueden hablarnos desde el pasado, aun cuando es un pasado lejano. Los documentos hablan, se complementan y se relacionan entre sí. Se apoyan y nos tiran hilos que recogen y confirman información que llega de otras fuentes. A veces un documento empieza de una manera y cambia de rumbo. La historia que se va formando a base de los escritos es parecida a una novela detectivesca epistolar. Recomponemos los trozos de un rompecabezas que están dispersos, sucesos aludidos en otros textos escritos por Colón. La perspectiva que adoptamos es la del curioso lector que encuentra una carta ajena en la que procura averiguar o verificar las circunstancias del autor-remitente cuya biografía hasta el momento tiene grandes lagunas. No sabemos si la carta fue enviada ni leída, pues no se le conoce ninguna respuesta ni sabemos su disposición. No hay más remedio que interrogar a otros documentos en su momento. Si nos referimos a otros autores, obras y géneros, es porque la literaturización de la carta permite contemplarla como única o examinarla bajo la luz de formas y modalidades colectivas que estén o que hayan estado en boga. La recepción de la carta ya no le toca a su destinataria original, sino a quien la tenga delante, y depende de si se lee con la óptica de hoy o la de su época. Si es una carta de amor, ¿es amor platónico, romántico o amor cortés? El lector de hoy, recogiendo pistas en la correspondencia de Colón, es un detective que se dedica con toda probidad a aclarar el alcance y significación de este episodio de la vida sentimental de Cristóbal Colón. VERSIÓN:http://esefarad.com/?p=30446

Esta Historia Sobre El Amor Y El Destino Te Dejará Reflexionando…

una linda historia de amor a distancia

LOS INFIELES


- LOVRE LOS INFIELES Hacía varios minutos que algo la inquietaba y no lo quería reconocer. Ya eran las cuatro de la madrugada de un jueves frío de invierno. Si embargo apagó el televisor, cerró bien su bata y fue hacia el mueble con llave del comedor, abrió, tomó el paquete de cigarrillos-el que hubo jurado que no volvería a tocar- agarró uno, guardó el resto y volvió a cerrar. Fue hasta la cocina, tomó el encendedor y su cigarrillo fue el mayor placer que pudiera tener en esos momentos. Aspiró profundamente, se dirigió al ventanal y abrió una de sus hojas. El frío pegó estremeciéndola, pero no le importó… Desde allí pudo imaginar cosas. Por ejemplo sobre unas siluetas que se movían en la sombra de una ventana. Se distrajo pensando que tal vez estuviesen haciendo el amor. No pudo evitar imaginarse a su marido en brazos de otra, en la misma situación. Sin embargo aún le costó entender ya que no quiso anticiparse a sus pensamientos oscuros. “Él llegaría sigilosamente y la encontraría allí, despierta, decidida a ponerlo en detalles ni bien pusiese los pies en la casa. Rió íntimamente cuando recordó sobre los casos de la pintura de labios en la camisa, hecho tantas veces oído, y pensó en lo antiguo del argumento, ya los labiales dejaron de ser evidencia, fabricados para evitar las manchas. ¿Por qué hay que imaginarse que una amante tiene los labios pintados? ¿No puede haber amantes de cara lavada, pelo despeinado, bonita sonrisa…? Caviló, seguramente las había y su marido debió haberse entusiasmado con alguna así, o tal vez no. Observen: ”entusiasmado” y no enamorado, aún se resistía a la idea… En esa semana había pasado que durante la noche, por tercera vez él llegó tarde y cuando lo hizo más o menos a horario, lo ya conocido: que estaba descompuesto- cansado y no cenaría. O también: le dolía la cabeza (porque a los hombres también les duele la cabeza) En esas oportunidades ella lo miró como de paso y no dijo nada. Creo que su silencio lo aliviaba por un lado y por otro su rostro inmutable ya contaba con una catarata de protestas, medias palabras, reproches… Al menos esa noche, decidió esperar a que él hablara. Pero muchas mujeres por lo común, perdieron sus sueño, aquel de que jamás serán “exclusivas” y cuando ello sucedió, estalló el universo y no hubo nada más que hacer… Esa noche fue una de aquellas. No quiso entrar en detalles, pero él durante el último tiempo hizo todo lo posible de hacerle pequeñas tretas como para que ella terminara odiándolo. Y hasta fue posible que hiciese alguna acción que le permitió a él justificarse. O bien culpar como excusa, omisión de demostraciones de afecto que los mismos hechos se hacían irrelevantes sin caer en la hipocresía. El tema no siempre les resultó a los maridos amantes porque por lo general a sus bellas y comprensivas damas de turno se les acabó la paciencia y tanto de mágico se transformó en demandas de tiempo u otras cuestiones… Recordó el último feriado. Él propuso que saliera toda la familia a algún lugar a pasar el día, con sus hijos y algunos matrimonios amigos. Por lo general eso intentó de su parte disimular muchas cosas. Por ejemplo un encuentro íntimo, en una siesta que recordó solían ser de maravillas. O una conversación sincera o un acercamiento de diálogo peligroso. A pesar que entendió tantas verdades que se hacían notar por sí mismas, ella esperó los acontecimientos. Decidió no hablar más de proyectos íntimos y observar el comportamiento de su pareja… Ustedes dirán /no puede tener tanta paciencia/ y no la tenía, pero cuando se juega algo tan importante como el futuro y lo dice la experiencia; están en juego tantos momentos inolvidables y si la relación se basó en el respeto y en la sinceridad, a menudo se resistió el embate y se logró un perdón o un diálogo real. Al menos los resultados fueron, en algún caso, convincentes de que no quedó más que una linda amistad o un distanciarse invariablemente hacia la nada. Empezó a plantearse si la actitud de su parte fue demasiado tolerante. Si el hecho de hacerle notar él de a poco su infidelidad, al menos menoscabó su autoestima. Cómo se puede comprender a alguien que con su acción pone en peligro toda una vida de proyectos en común. Puede tomar un hombre estas aventuras como un juego. Lo que no sopesan son los riesgos. Todos tenemos sentimientos y sensaciones ocultas que pueden aflora en un momento. Es una chispa y el ser humano se ve inmerso en situaciones que le dan luz a un mundo mágico, una vida lejos de las preocupaciones, con cierta libertad y con lo subyugante del misterio que se hace real en una mente que lleva sueños propios que alguien sabe hacer aflorar y hacer vivir a pleno, sin mayor responsabilidad…Tan solo el disfrute, las nuevas caricias,las palabras bonitas, todo aquello que en la pareja, a cierta distancia en el tiempo, da por hecho que existen. También se descubre que no existieron, sí, que no existieron nunca…Y eso atrae, alienta a vivir tamaña magnífica experiencia. Y si las mujeres hacemos una reflexión al respecto ni nosotras hacia ellos ni ellos hacia nosotras podemos evitar que alguien se cruce… Así como ella desplegó toda una estrategia de mansedumbre, él trató en todo momento que ella, imperceptiblemente, se diera cuenta de su abandono. Entonces ese día asumió que no daba para más… ¿Debió hacer estallar su ego y poner las cosas en su lugar desde el principio? Mejor dicho, en el lugar que ella estimó, pero que pudo no ser real y estar sujeto a la relación de veinte años que los unió a un sin fin de recuerdos pero que no se sustentó en lazos firmes? El hombre es infiel por naturaleza. Los hubo que nunca lo son por haraganes y que siempre le esquivaron a los problemas. Los hubo siempre y los hay, hombres machistas que dicen “me divierto afuera pero quiero a mi mujer”. Los hay de un ego que los hace sentirse especiales y jamás esquivan a una mujer que se les “tira” y hay hombres que tienen el firme propósito de no serlo pero se enamoran como una renovación de sus tiempos, de su tiempo breve, y aún sin saber si es la última vez, creen firmemente que no cambiarán e intentas segundas oportunidades… El tema es cuál de ellos le toca a una mujer que quiere de verdad y de pronto se le cae el ídolo, el hombre de sus sueños, el apoyo cotidiano de la vida diaria, el padre de sus hijos… O bien tuvo siempre el propósito de saber qué hacer para defender su hogar y de pronto se le vienen abajo todas las estanterías; con recuerdos, lunas bonitas, noches de lluvia de acaramelados instantes, besos y abrazos como también hijos a los cuales hay que darles alguna explicación. Muchas mujeres hacen que nada ven, porque no son fuertes para ver todo destruido. Y como todos reaccionamos de diferente manera, hay mujeres que le ganan a sus maridos y ellas son las infieles… En eso estaba cuando escuchó el ruido de la cerradura… -Hola ¿Qué haces despierta? -No pude dormir y aquí estoy esperándote-dijo-cerrando la ventana -Mujer, sabes que hoy me reunía con un empresario importante…-dijo desabrochándose la corbata -SÍ, dijo ella, - llamó aquí para cancelar la entrevista… Amparo Estévez Saviza – Derechos Reservados de Autor/ 27-05-2016

Nunca es Tarde para Enamorarse 2008 - peliculas completas en español