
REFLEXIONES PERSONALES
Dañar un alma es como dejar de existir…por eso Dios nos agregó el llanto,
para pedir perdón!
Qué difícil es vivir en las sombras, escondiendo la luz…Amar cuando tal vez se daña
al otro, a uno mismo o a terceros.
Fuimos hechos para luchar por los sueños. Para amar por sobre todas las cosas. Sin embargo esto de “sobre todas las cosas” no es tan así.
¡Cómo es posible que amar sea dañar en algunos casos! Sí, a veces lo es. Parece imposible esta afirmación.
Ahí nos damos cuenta que el amor es un sentimiento sujeto al control de los sentidos, al
límite del otro, a la entrega en cierto escenario, sujeto a no caer en el abismo que nos marca la vida si se trata de amores no
correspondidos.
Y mucho de esto sucede porque no medimos las consecuencias. Nos embarcamos en
un transporte de ambigüedades que nos negamos a analizar.
Porque tal vez si las analizamos no nos guste el resultado. No queremos saber cuánto nos aman. Amamos y aceptamos.
Cuando amamos no queremos renunciar. Nos es difícil pensar el camino sin la mano del otro. Sin embargo puede que el otro no lo sienta igual
y nos negamos a ver la realidad.
Una realidad que nos pone de frente a buscar una justificación que nos saque del sendero que habíamos creído definitivo.
A veces volcamos toda la carga sobre el otro y este sufre o se pierde en dilaciones que solo traen malos momentos.
Porque cada afirmación de cariño lo hace tener remordimientos. Porque tampoco quiere renunciar a su realidad y esta se entremezcla con
recibir más amor del que puede dar, en circunstancias especialmente irresolutas.
Yo no soy quien para aconsejar y creo que nadie puede hacerlo.
Las relaciones entre seres activos para amar y ser amados, tal vez requiera de ciertos parámetros que ningún enamorado quiera aceptar.
Sin embargo hay un listado de situaciones que uno se pregunta ¿Es amor lo que está sucediendo?
Permitan que humildemente les diga que sí, hay situaciones especiales en las que las personas se aman a pesar de mediar circunstancias fuera
de lo común:
Puede alguien decir que amó y nunca volver a hacerlo de igual manera…
Puede alguien decir que ama a quien nunca ha visto…
Puede observar que se comunica con alguien que ya no está presente en su vida
y al hacerlo, sentir direcciona en cierto modo sus actos…
Puede alguien enamorarse de quien, sin contacto, ve como alma gemela, que
coincide en casi todo…
Puede que alguien ame para siempre, sin mediar un sentimiento mutuo…
Y muchas otras que encontramos con solo mirarnos y mirar a nuestro alrededor.
Lo importante es que el amor no se convierta en maldad, traición, falta de respeto,
obsesión ni capricho…
Y creo que existe un lugar privilegiado para las almas nobles, pero muy difícil de
transitar, y es renunciar al amor para darle al otro un lugar de bienestar, de luz, de entender que su felicidad es también la propia.
Creo que la lucha por la vida es maravillosa y mucho más lo es cuando nos elevamos por sobre lo terrenal y surcamos caminos conducentes a
hacernos felices y mucho más cuando encontramos que somos capaces de llegar porque el amor no tiene
“contraindicaciones”
Pero no debemos dejar de ver la realidad cuando ésta nos indica que nos estamos equivocando o que estamos, sin querer, haciendo sufrir a otros o al otro.
Nada más triste para alguien que ama que saber que no es capaz de renunciar a sí mismo si en ello le va la vida del objeto de su amor.
Nunca olvidar que amor no correspondido no cambia…Creo que lo que no se da desde el principio no es y nunca lo será.
Sí creo en la construcción día a día del amor. Elevar el edificio de la relación en todos los órdenes, porque a veces las diferencias tienen
una única manera de ser transitadas y es ponerse de acuerdo y convivir en armonía.
(Puedo equivocarme)
Hay un relato que tal vez alguna vez escucharon y quiero traerlo resumido aquí como para darles una conclusión final de lo que yo considero es EL AMOR
En una oportunidad un anciano se retiraba presuroso de sus obligaciones diarias para acudir a un lugar.
Uno de sus amigos le preguntó adónde iba todos los días y él le contestó:
-Voy al geriátrico a darle el desayuno a mi esposa que está enferma de ALZHEIMER…
_Para qué vas si ella no te reconoce?
-Voy porque ella algún día de tantos ella me reconocerá y además porque es ahí en donde quiero estar…
El verdadero Amor no necesita demostraciones grandilocuentes; basta con que viva en las almas de quienes verdaderamente lo sienten y son capaces de esparcirlo como hombres de eterna trascendencia divina y humana.
Amparo Estévez Saviza-Derechos Reservados de Autor/enero/2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario